Es difícil permanecer solo, encerrado entre 4 paredes, lejos de todos aquellos que brindan su corazón a diario por ti sin pedir nada a cambio.
El solo hecho de leer una frase, escuchar la melodía de una canción, ver una foto o sentir un aroma, hace que los recuerdos se vengan a la mente y que la distancia se marque con resaltador.
A veces es mas difícil atravesar esa distancia mentalmente que hacer el triple arrodillado, pero de eso se trata la vida. De ponernos obstáculos, dificultades, de sacarnos cosas buenas para que nos adaptemos continuamente a la realidad y valoremos lo que realmente tenemos.
La vida es así. Hoy estas, mañana no. Hoy lo tienes todo, mañana no. O al revés.
Por eso hace tiempo que manifiesto que "vivir no es para cualquiera", se requiere de algo extra, que va mas allá de la voluntad, de la fuerza interior o de la energía con la que uno afronte las cosas. Se necesita un algo, un porque; un alguien que mueva toda tu estructura con solo un mensaje. Un alguien que con solo una mirada sepa que te esta pasando. Un alguien que te brinde su hombro para llorar, y su sonrisa para reír cuando sea necesario. Un alguien que te apoye en tus sueños y deseos, pero que también te marque el limite y te haga ver la realidad terrenal sin volar demasiado lejos.
No es fácil estar lejos de la familia; tampoco es fácil de los amigos; de su pueblo y costumbres.
Pero cuando uno se enamora y tiene a la persona que ama lejos, siente que las cosas toman un sentido distinto. Que la vida se atenúa y empalidecen los colores.
Y se pregunta cual es el verdadero sentido de la vida. Si lo material se destruye, y el tiempo pasa, lo único que siempre nos salva es el amor. El amor de los que están lejos, los que están cerca, y hasta el amor de los que no están.
Salud por aquellos que hayan sentido el fuego del amor, salud por aquellos que están en la búsqueda de ello.
Salud por los que lo encontramos, lo sentimos y nos fortalece para enfrentar este mundo día a día.
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